Ganar un proyecto subvencionado siempre es motivo de alegría, especialmente cuando de ese proyecto puede depender algún puesto de trabajo o un grupo de beneficiarios que nos es muy querido. Por eso, cuando a nuestra organización nos adjudicaron uno lo celebramos como se merecía. Al día siguiente, y con cierta resaca atormentando el cerebro, ya era momento de trabajar para …